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Parque Minero de Almadén


Logotipo Parque Minero de Almadén

Las Minas de Almadén constituyen un punto de interés con peculiaridades geológicas, paleontológicas y mineras que las han hecho únicas en el mundo. Una vez abandonada su explotación se han transformado parte de sus instalaciones Minero Metalúrgicas en el Parque Minero de Almadén, un espacio de transmisión cultural, educativo y turístico de calidad, en el que el visitante podrá disfrutar del magnífico patrimonio científico, industrial y tecnológico de una de las minas más antiguas del mundo adaptada a los tiempos modernos.


El Parque Minero de Almadén fue inaugurado el 16 de enero de 2008.


La reforma de todas las instalaciones y su musealización, ha supuesto una inversión superior a los 20 millones de euros. Una parte importante de la rehabilitación de estos espacios se ha realizado con financiación FEDER. La rehabilitación de los Hornos Bustamante (S. XVII) declarados Bien de Interés Cultural en 1992, y la Puerta de Carlos IV se realizó directamente por el Instituto de Patrimonio Histórico Español dependiente del Ministerio de Cultura.


El Parque Minero de Almadén incluye entre otras instalaciones El Centro de Visitantes, el Centro de interpretación de la minería, el Museo del Mercurio y una visita real a la mina interior del siglo XVI.


Logotipo Unesco

Varias de sus instalaciones fueron declaradas PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD el 30 de Junio de 2012, bajo la inscripción Patrimonio del mercurio(Almaden e Idria)

Desde junio de 2015 el Parque Minero de Almadén está integrado en la European Route of Industrial Heritage, ERIH, como Anchor Point. Los Anchor Points constituyen la ruta principal de la ERIH, y son lugares de importancia histórica excepcional en términos de patrimonio industrial, que ofrecen una experiencia de alta calidad a sus visitantes.
Las Minas de Almadén y su Parque Minero han sido reconocidas como Sello Europeo de Patrimonio 2021 convirtiéndose en el único lugar de España que es a la vez Patrimonio Mundial y Sello Europeo de Patrimonio.
Las mineralizaciones de mercurio de la zona de Almadén han sido reconocidas en 2022 entre los primeros 100 'Lugares de Patrimonio Geológico' de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS).






HISTORIA DE LAS MINAS DE ALMADEN



Hornos Bustamante. Foto de archivo

La historia de Minas de Almadén es tan larga y rica como su producción: desde el siglo III a. de C. hasta la actualidad, ininterrumpidamente, ha habido actividad de minería del mercurio en la comarca de Almadén; importantes acontecimientos históricos han estado vinculados a la Mina.


Sisapo o Sisalone, nombre con el que se conocía antiguamente a Almadén, significa en lengua celta "cueva de que se extraen metales". El historiador Teofrasto, discípulo y amigo de Aristóteles, indicaba que se estimaba mucho el cinabrio duro que procedía de España. Romanos y árabes explotaron la mina, extrayendo cinabrio. Este mineral, de color rojo, se utilizaba para pintar y teñir.


En la época romana Almadén debió ser una ciudad relativamente importante, puesto que incluso acuñaba moneda. Se han encontrado en la ciudad numerosos "ases" romanos (monedas de cobre) con la inscripción SAESAPO.


Los árabes explotaron la mina durante los siglos VIII al XIII. Muchos términos de la minería del mercurio provienen del árabe: almadén (nombre -del árabe al-ma 'daniy' yun, "la mina" o "el mineral"), aludel, azogue, alarife, y de esta época son los llamados "hornos de xabecas", que se utilizaron hasta casi finales del siglo XVI. En el siglo XII la mina tenía una profundidad de unos 450 m. y trabajaban en ella más de 1.000 obreros. El mercurio se utilizaba por los alquimistas y médicos para preparados medicinales y como motivo ornamental.


A mediados del siglo XIII se reconquista Almadén por los cristianos y la mina se cede a la Orden de Calatrava, la cual arrienda su explotación a catalanes y genoveses.


Sigue arrendándose la mina a particulares durante los siglos XIV, XV y XVI. En 1523 se concede la administración perpetua de los bienes de las Órdenes a la Corona española. Los productos que se comercializan en estos siglos son el bermellón, el azogue y el solimán. Este se producía a partir del azogue y se utilizaba para el curtido de cueros.


Puerta de Carlos IV. Parque minero de Almadén.

A partir del siglo XVI, el mercurio se convierte en un bien con gran valor por su utilidad en la amalgamación del oro y la plata que provenían de América. Almadén se desarrolla como un importante centro minero-industrial, que contribuyó a la explotación de las riquezas traídas del Nuevo Continente.


Durante los siglos XVI y XVII la mina se arrendó a los banqueros alemanes Függer (Fúcares, en el lenguaje popular español) para pagar los préstamos concedidos a Carlos I, para los gastos de su coronación. Esta familia de banqueros, conocida como la Casa Blanca Alemana, introdujo en Almadén numerosas innovaciones, tanto técnicas como organizativas. Entre las primeras pueden destacarse los hornos de reverberación o "buitrones".


La mayor parte del azogue producido, se enviaba a Sevilla, desde donde se embarcaba a América. Era el azogue un bien de tal importancia para la economía española en América, que todos los envíos de mercaderías hacia aquél continente se ajustaban a la producción de azogue y, por lo tanto, a las vicisitudes de la producción de la mina de Almadén y de su embarque en Sevilla. Llegaron a construirse barcos especialmente diseñados para el transporte del mercurio, como el "Tolosa", nao de 1.500 toneladas, y el "Guadalupe" de 1.000 toneladas.


Desde el siglo XVII la producción de las minas disminuye por el agotamiento del mineral en las explotaciones conocidas y por encontrarse las labores en malas condiciones. En esa época sucedió la mayor tragedia en la mina, un incendio iniciado en el mes de enero de 1755 se prolongó durante más de dos años, muriendo numerosas personas.


Durante el reinado de Carlos III, para la modernización de las técnicas de la mina, se nombraron varios directores alemanes de la escuela de Freiburg (en Sajonia) y en 1777 se fundó en Almadén la Escuela de Minas.




Dibujo del Cerco de Buitrones de la mina de Almadén. 1719

Tanto durante el medio siglo de directores alemanes, como bajo la dirección de su primer sucesor español, Diego de Larrañaga, (formado en la propia Escuela de la Mina), se introdujeron importantes innovaciones en las técnicas mineras. Las fechas finales del siglo XVIII y comienzos del XIX contemplaron un gran crecimiento de la actividad minera en Almadén.


En los albores del siglo XIX la situación crítica de la Hacienda Pública provocó que las minas se hipotecaran, concediéndose el monopolio de la venta del mercurio en 1833 a la casa Iñigo Espeleta, de Burdeos. En 1835 se adjudicó a la casa Rothschild la subasta del azogue.


En 1916 se crea un organismo especial para la dirección de las minas, el Consejo, bajo cuyo mandato se introducen mejoras técnicas en la explotación. Tras la Guerra Civil las minas alcanzan el récord de su producción en 1941 con 82.000 frascos de mercurio, en parte condicionado por la utilización de presos en los trabajos de la mina (vuelve a utilizarse el llamado "túnel de forzados"). A partir del año 1972 el mercado mundial del mercurio se retrae coincidiendo con una fuerte recesión económica.


En el año 1982 se crea la empresa Minas de Almadén y Arrayanes, S.A., S.M.E., con capital perteneciente en su totalidad al Estado a través de la Dirección General del Patrimonio. La Empresa lleva a cabo, a partir de ese momento, un importante esfuerzo de diversificación.


Desde mayo de 2001 Minas de Almadén se integra en la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

Parque Minero de Almadén
Cerco de San Teodoro s/n
Apartado de Correos, 10
13400 · Almadén
Ciudad Real · España

Tel.:+34 926265000
Fax.:+34 926265008

mina@mayasa.es